por: il tano

Descripción:

Actualmente, cuando un alimento llega hasta la góndola del supermercado o al estante de nuestra despensa ya atravesó una compleja red industrial. Frutas y verduras son transportadas en camiones, vagones o buques con cámaras a nivel constante de temperatura y humedad. Las frutas frescas son seleccionadas según su tamaño y calidad, lo que también ocurre con los huevos y otros alimentos, antes de llegar a los distribuidores.

Esto, que nos puede parecer natural, es sin embargo un proceso que llevó años y que aún insumirá muchos más en una ininterrumpida carrera tecnológica hacia el perfeccionamiento. Desde la época en que las vacas eran ordeñadas a domicilio, hasta la leche pasteurizada, homogeneizada y vitaminada de hoy, lograda en plantas lácteas de avanzada con las que contamos gracias al esfuerzo de pioneros en la materia, es tanto lo que se ha hecho para proteger nuestra salud y nuestros hábitos alimentarios que solamente un visionario hubiera podido predecir, con enorme imaginación, lo que está sucediendo.

No nos sería posible vivir hasta el promedio actual de 75 años sin el aporte de la tecnología alimentaria.

La elaboración y suministro de nutrientes jugó y juega un notable papel en las grandes conquistas del hombre. Cristóbal Colón trajo a América, junto con el coraje de sus hombres, arroz, lentejas, garbanzos, paE’as de uva, ajo, sardinas en salmuera, harinas, vino, queso, vinagre, miel, aceite de oliva y carne salada. En el Apolo Xl el hombre llevó a la luna jugos de frutas, sopas, budines, pasteles y otros alimentos concentrados y deshidratados, obtenidos tras siglos de experiencia.
En cada hogar, cada ama de casa, podrá disfrutar mejor de esos adelantos si es que sabe darle a la preparación y conservación de los alimentos la importancia que tienen en la aventura cotidiana de vivir.

Saber comprar; saber elegir

La materia prima con la que ustedes van a trabajar son los alimentos. Por lo tanto, saberlos comprar es tan importante como saber utilizarlos.

Este es un tema en el que no caben las improvisaciones, ni la prisa, ni el consumismo que impulsa a adquirir cosas sin ton ni son y también a desaprovechar lo adquirido, resintiendo la economía familiar.

¿Qué hace un consumidor bien orientado?
• Sale de compras con una lista de todo lo que necesita.
• Compra personalmente, observa, conf ronta precios, pregunta.
• Realiza sus compras semanal o quincenalmente, no todos los días.
•Compra sin apuro.
• Revisa lo que le expenden; exige que le cambien lo que no considera bueno.
• No se tienta conofertas innecesarias; adquiere sólo lo que precisa.
• Compra productos cuando hay abundancia de ellos.
• Controla las fechas de envase y los vencimientos.


Estos sencillos consejos bastarán para evitar el despilfarro y desagradables sorpresas cuando, de regreso a casa, se comprueba que el apuro, la tentación, la falta de previsión y de planeamiento han desperdiciado la compra.

 

 

 

 

 

 

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